AMINOACIDOGRAMA: una analítica para conocer el METABOLISMO CEREBRAL

Personalizar cada tratamiento, y para ello cada valoración es una de las bases de mi consulta. Cuando se trata del órgano que más me fascina de todos, el cerebro, está minuciosidad en investigar que está ocurriendo en cada persona, es aún más importante.

Si bien cada órgano influye en cómo interpretamos el mundo y nos relacionamos con él, el cerebro actúa como “traductor”. Si algo no va bien en el hígado, en el bazo, en el páncreas, en el corazón o en el intestino, nuestro cerebro nos hará sentir nerviosismo, apatía, tristeza, miedo, alborotará los pensamientos o los hará lentos y torpes.

Las neuronas necesitan para comunicarse entre ellas unas moléculas mensajeras llamadas neurotransmisores. Hay diferentes, con diferente información y todos siguen un proceso similar para fabricarse: unas proteínas llamadas enzimas, con la ayuda de vitaminas y minerales, transforman en varios pasos un aminoácido precursor en un neurotransmisor.

Cada paso y molécula es insustituible. Con que falte un aminoácido precursor o una vitamina especifica de un paso habrá un déficit en un neurotransmisor. Dependiendo de cuál, perderemos capacidad para dormir, relajarnos, concentrarnos o sentirnos felices y paz.

 

 

¿Qué puede motivar el déficit de neurotransmisores?

Una dieta pobre en proteínas de calidad de las que obtener aminoácidos (huevos, carnes, pescados y/o legumbres combinadas con cereales integrales), y en grasas buenas y frutas y verduras frescas que aporten vitaminas y minerales.

Un intestino inflamado, hiperpermeable, con una microbiota desequilibrada afectará a la absorción de los nutrientes y la propia fabricación de los neurotransmisores.

Fármacos que como efecto secundario bloquean rutas metabólicas.

El ritmo de vida y la forma en la que la entendemos afecta profundamente a nuestra bioquímica cerebral. Si el futuro nos abruma viviendo con ansiedad, el pasado nos persigue arrastrándonos a la depresión.  El estrés sin descanso nos lleva a un agotamiento, estamos  forzando la máquina para fabricar uno u otro neurotransmisor. Con el tiempo la máquina “se rompe” y los déficits y desequilibrios hacen cada vez más difícil afrontar el día a día.

 

 

¿Qué podemos hacer para reestablecer el equilibrio?

Es importante un abordaje desde varios enfoques: alimentarse bien, hacer deporte, descansar adecuadamente, cuidar el funcionamiento de hígado, riñones, intestino… y aprender a conocernos y gestionar la forma en la que entendemos y nos desenvolvemos en la vida con psicoterapia, coaching, práctica de meditación, mindfulness, técnicas de respiración…

Aportar los aminoácidos precursores y las vitaminas y los minerales necesarios para su transformación en los neurotransmisores correspondientes. Con un cerebro sano y equilibrado en su bioquímica, todo es mucho más fácil, nos encontramos con más vitalidad, alegría y calma. Nuestros pensamientos son más claros y podemos afrontar mejor los obstáculos y realizar con más seguridad los cambios necesarios para mejorar nuestra calidad de vida.

Para afinar con precisión en los grandes y pequeños ajustes a realizar contamos con una prueba diagnóstica, AMINOACIACIDOGRAMA: determinación de aminoácidos mediante Cromatografía Líquida de Alta Resolución (HPLC), una analítica de sangre diseñada por el dr Javier Aizpiri, neuropsiquiatra de referencia, ejemplo por su trayectoria y coherencia profesional y personal.

Comparto un enlace sobre está prueba. La extracción se realiza en un laboratorio cercano de altísima calidad, que procesa y envía la muestra para la valoración.

Aminoacidograma

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