Se acercan momentos de celebrar, de compartir alegría y abrazos, de brindar… de recordarnos lo mucho que nos queremos, y desearnos un nuevo año con salud, paz y todo lo bueno que podamos imaginar.
Tenemos muchas formas de demostrarlo: una llamada, un mensaje, una carta… y una mesa con los detalles cuidados, comida y bebida “especial” y sana, que favorezca una sobremesa agradable en la que disfrutar de la compañía.
¿Comida “especial” y sana para las noches y días de fiesta?
Sí, es muy fácil. Es más, estoy casi segura de que ya lo haces mejor de lo que estás pensando…
Aperitivos y entrantes que vayan haciendo hambre (no empacho): encurtidos, berberechos, mejillones, anchoas, boquerones, jamón y embutidos ibéricos, queso de cabra o de oveja de calidad, tostitas de algún pan muy ligero (sin trigo) con humus o aguacate, champiñones o alcachofitas salteados con ajo o con jamón…
Ya bien sentados en la mesa… ¿qué tal empezar con una sopa calentita o un buen caldo? Quitamos el frío, preparamos el estómago y nos hidratamos. Así tenemos mejor cara, y menos necesidad de pasarnos con el vino, jaja.
El plato principal, lo más casero posible, cocinado despacio, a una temperatura no muy alta, con cariño. Pescado o alguna carne al horno o estofado, puchero, platos calientes de legumbres con verduras… Todo exquisito y saludable.
Acompaña con ensaladas de ingredientes y colores variados, con aliños originales. Siempre se agradecen.
Para ir dando paso a la sobremesa, sienta muy bien y aligera la digestión comenzar los postres con piña, papaya o incluso granada y después sacar la bandejita de dulces variados de calidad, mejor cuanto más caseros o ecológicos y siempre que puedas sin gluten ni lactosa.
¿y qué bebemos?
Por supuesto, que no falte agua, saciar la sed con vino no es buena idea.
Mi consejo es que los días de fiesta, si te apetece y te sienta bien, te permitas disfrutar con moderación de un vino de calidad o de una cerveza buena, artesana y si es sin gluten mejor.
Y recuerda que nos juntamos para celebrar, en ningún caso la bebida es excusa para romper la armonía, sino para sellar con un brindis bonitos recuerdos.
Lo más importante
No sólo la comida nos nutre, también lo que vemos, escuchamos y con quién estamos.
Así que celebra, brinda, abraza… y observa. ¿Te sientes bien? ¿libre para ser como tú eres? ¿estás dónde y con quién quieres estar? Cuando termina la fiesta, ¿sientes alegría, paz…?
Sí no es así, perfecto, ya lo sabes, y tienes todo un año por delante para ir mejorando. Y para bajar el cortisol…
Y si la respuesta es “SÍ” enhorabuena. Agradece y disfruta cada momento.
¡Felices Fiestas!
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